Llevan sus señorías meses consensuado una salida para la problemática de las hipotecas.
Y seguirán con la disputa que tiene mucho de "Bizantina". Y por una simple razón: a ellos y a los de su clase, no les va a tocar.
Ellos adoptan la pose, gesticulan, se increpan, pero no pasan de ahí. Teatro. Lo que no tienen es ni puto interés en darle solución. Y claro no se la dan, no interesa, pero ellos hacen el paripé.
Sólo un español alardea de que no paga y no le embargan. Su nombre: Urdangarin.
No hay sitio para el humor... ni para los latines, aunque lo propio sería exclamar: Quousque tandem abutere patientia nostra?.
Os recuerdo con cariño, asesinados.
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