Me pareció hoy oir en la tv un argumento que ya yo había abocetado. Si bien los optimates contemporáneos se atrincheran en la idea, ante la cascada de choriceos, en que "no todos los políticos son iguales".
Yo propongo al ministerio de Justicia que, DE ENTRADA, meta a TODOS en el trullo. Los que demuestren que no trincaron que salgan.
Sería más lógico, no creen?
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