Pero no conviene olvidar que aquí también hay escritores que toman la alternativa. No en vano España es país de toreros, en el que los novelistas se creen sus propias "historias". Hablo del académico Arturo Pérez Reverte, el cual no rehuye también la polémica. Recuerdo cuando fue su injuria al ministro Moratinos, él confesó en su twiter que de saber el eco que tendría su difamación hubiera difamado más. Pornográfico. Él, bregado en los tercios de Flandes trató de acaparar méritos retando a un hombre con síntomas de enfermedad. Algo no muy ético. El cómo entró en la RAE constituye un enigma. La respuesta la tiene la pithia délfica Siempre será un presentador de telediarios, acostumbrados al arte de enlodar, de desinformar haciendonos creer que informan. También le place, desde el sillón de la Academia a poner a caer de un burro a determinados políticos que se corrompen, a actitudes sociales. Lo dice él, el segundo incorruptible. El primero hay que dejárselo a Maximilien Robespierre, que en un año pasó de ejecutor a ejecutado, allá por 1794. Miedo dan los incorruptibles. La naturaleza del ser humano es corrupta, qué le vamos a hacer.
Y concluyo este capítulo sobre las justas y los torneos, subrayando que el emparejamiento de dos de los retadores, G Grass y A Pérez no es tal cuando se comparan con la estatura del contendiente retado. Es lo que dice Cervantes cuando defiende los altos ideales de la andante caballería, y en contraposición llama a los romanos "acuchilladores", para los cuales era un lastre cualquier ideal. Aunque quisieran vendernos lo contrario.
Todo es cuestión de perspectiva, de Matemáticas, de Geometría. No tienen cabida los humanos sentimientos.
El poema de Günter
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Por qué guardo silencio, demasiado tiempo
sobre lo que es obvio y que fue ensayado
en juegos de guerra, a cuyo fin solo seremos
en todo caso notas al pie de página.
El presunto derecho a un ataque preventivo,
que podría destruir al pueblo iraní
oprimido por un bravucón
y guiado hacia el júbilo organizado
porque se supone que en su territorio
se construye una bomba atómica.
¿Pero por qué me prohíbo,
mencionar el nombre de ese otro país,
en el cual hace años –aunque en secreto–
existe un creciente potencial nuclear
pero fuera de control, porque no es sometido
a ninguna inspección?
El silencio generalizado sobre este hecho,
al que se ha subordinado mi silencio,
lo considero una mentira inaguantable
y la presión, que amenaza con castigo,
en cuanto no es acatado;
el veredicto de “antisemitismo” es corriente.
Pero ahora, porque desde mi país,
que por crímenes muy propios,
que no admiten comparación,
es una y otra vez atrapado y debe dar explicaciones,
de nuevo y como si fuera normal, aunque
declarado sin esfuerzo como reparación
se debe entregar otro submarino a Israel
cuya especialidad es enviar ojivas destructoras
a un sitio donde la existencia
de una sola bomba no ha sido probada
donde solo el temor sirve de prueba
digo lo que hay que decir.
¿Pero porqué guardé silencio hasta ahora?
porque pensé que mi origen,
que está marcado por un baldón imborrable,
prohíbe, imputar ese hecho como verdad expresada
al país Israel, al que estoy unido
y quiero seguirlo estando
¿Por eso lo digo solo ahora,
envejecido y con mi última tinta:
la potencia atómica Israel amenaza
la ya frágil paz mundial?
porque hay que decir,
lo que ya mañana podría ser demasiado tarde;
también porque nosotros –como alemanes suficientemente incriminados–
podríamos llegar a proveer un crimen,
que es previsible, por lo cual nuestra culpabilidad
no podría ser borrada
por ninguna de las excusas acostumbradas.
Y confieso: ya no me callo,
porque estoy cansado de la hipocresía de Occidente
además se puede esperar,
que muchos se puedan liberar del silencio,
exigir la renuncia a la violencia a
los promotores del peligro visible
y al mismo tiempo insistir,
en que un control ilimitado y permanente
del potencial atómico israelí
y de las instalaciones atómicas iraníes
por una institución internacional
sea permitido por los gobiernos de ambos países.
Solo así será posible ayudar a israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos, los que
en esa región ocupada por el delirio
viven enemistados estrechamente
y finalmente a nosotros mismos.
sobre lo que es obvio y que fue ensayado
en juegos de guerra, a cuyo fin solo seremos
en todo caso notas al pie de página.
El presunto derecho a un ataque preventivo,
que podría destruir al pueblo iraní
oprimido por un bravucón
y guiado hacia el júbilo organizado
porque se supone que en su territorio
se construye una bomba atómica.
¿Pero por qué me prohíbo,
mencionar el nombre de ese otro país,
en el cual hace años –aunque en secreto–
existe un creciente potencial nuclear
pero fuera de control, porque no es sometido
a ninguna inspección?
El silencio generalizado sobre este hecho,
al que se ha subordinado mi silencio,
lo considero una mentira inaguantable
y la presión, que amenaza con castigo,
en cuanto no es acatado;
el veredicto de “antisemitismo” es corriente.
Pero ahora, porque desde mi país,
que por crímenes muy propios,
que no admiten comparación,
es una y otra vez atrapado y debe dar explicaciones,
de nuevo y como si fuera normal, aunque
declarado sin esfuerzo como reparación
se debe entregar otro submarino a Israel
cuya especialidad es enviar ojivas destructoras
a un sitio donde la existencia
de una sola bomba no ha sido probada
donde solo el temor sirve de prueba
digo lo que hay que decir.
¿Pero porqué guardé silencio hasta ahora?
porque pensé que mi origen,
que está marcado por un baldón imborrable,
prohíbe, imputar ese hecho como verdad expresada
al país Israel, al que estoy unido
y quiero seguirlo estando
¿Por eso lo digo solo ahora,
envejecido y con mi última tinta:
la potencia atómica Israel amenaza
la ya frágil paz mundial?
porque hay que decir,
lo que ya mañana podría ser demasiado tarde;
también porque nosotros –como alemanes suficientemente incriminados–
podríamos llegar a proveer un crimen,
que es previsible, por lo cual nuestra culpabilidad
no podría ser borrada
por ninguna de las excusas acostumbradas.
Y confieso: ya no me callo,
porque estoy cansado de la hipocresía de Occidente
además se puede esperar,
que muchos se puedan liberar del silencio,
exigir la renuncia a la violencia a
los promotores del peligro visible
y al mismo tiempo insistir,
en que un control ilimitado y permanente
del potencial atómico israelí
y de las instalaciones atómicas iraníes
por una institución internacional
sea permitido por los gobiernos de ambos países.
Solo así será posible ayudar a israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos, los que
en esa región ocupada por el delirio
viven enemistados estrechamente
y finalmente a nosotros mismos.
Pasan los días... y parece que se impone la cordura
http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20120409/mundo/reaccion-israel-invierte-debate-201204091739.html
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