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sábado, 24 de mayo de 2014

Dulcamara....vive!!!!!

Pensaba que Dulcamara era una coña del pasado. ¡El elixir que lo cura todo!. Hoy dicen Medicina genómica ....  que puede hacernos inmortales..Yo no quiero....














(Il dottore Dulcamara in piedi sopra un carro dorato,

avendo in mano carte e bottiglie. Dietro ad esso un

servitore, che suona la tromba. Tutti i paesani lo

circondano.)




DULCAMARA

Udite, udite, o rustici

attenti non fiatate.

Io già suppongo e immagino

che al par di me sappiate

ch'io sono quel gran medico,

dottore enciclopedico

chiamato Dulcamara,

la cui virtù preclara

e i portenti infiniti

son noti in tutto il mondo... e in altri siti.

Benefattor degli uomini,

riparator dei mali,

in pochi giorni io sgombero

io spazzo gli ospedali,

e la salute a vendere

per tutto il mondo io vo.

Compratela, compratela,

per poco io ve la do.

È questo l'odontalgico

mirabile liquore,

dei topi e delle cimici

possente distruttore,

i cui certificati

autentici, bollati

toccar vedere e leggere

a ciaschedun farò.

Per questo mio specifico,

simpatico mirifico,

un uom, settuagenario

e valetudinario,

nonno di dieci bamboli

ancora diventò.

Per questo Tocca e sana

in breve settimana

più d'un afflitta vedova

di piangere cessò.

O voi, matrone rigide,

ringiovanir bramate?

Le vostre rughe incomode

con esso cancellate.

Volete voi, donzelle,

ben liscia aver la pelle?

Voi, giovani galanti,

per sempre avere amanti?

Comprate il mio specifico,

per poco io ve lo do.

Ei move i paralitici,

spedisce gli apoplettici,

gli asmatici, gli asfittici,

gl'isterici, i diabetici,

guarisce timpanitidi,

e scrofole e rachitidi,

e fino il mal di fegato,

che in moda diventò.

Comprate il mio specifico,

per poco io ve lo do.

L'ho portato per la posta

da lontano mille miglia

mi direte: quanto costa?

quanto vale la bottiglia?

Cento scudi?... Trenta?... Venti?

No... nessuno si sgomenti.

Per provarvi il mio contento

di sì amico accoglimento,

io vi voglio, o buona gente,

uno scudo regalar.
















Escena Quinta




(El Doctor Dulcamara, de pie en la dorada carroza,

teniendo en la mano papeles y botellas. Detrás de

él, un servidor toca la trompeta. Todos los

campesinos lo rodean)




DULCAMARA

Oid, oid, rústicos campesinos;

atentos y no digáis ni una palabra.

Ya supongo e imagino

que lo mismo que yo sabéis

que soy aquel gran medico,

doctor enciclopédico,

llamado Dulcamara,

cuya virtud distinguida

y su infinito portento

son conocidos en el universo... y otros lados.

Soy benefactor de los hombres,

curador de males,

en pocos días evacuo

y limpio los hospitales,

y voy vendiendo la salud

por todo el mundo.

Compradla, compradla,

que os la doy barato.

Y es este odontológico

y admirable licor,

de insectos y ratones

poderoso destructor,

cuyo certificado

auténtico, embotellado,

tocarlo, mirarlo y leerlo

a cualquiera dejo yo.

Gracias a este específico

y simpático milagroso,

un hombre sexagenario

valetudinario

aún se convirtió

en abuelo de diez niños.

Por este "toca y sana"

en breves semanas

más de una afligida viuda

de llorar cesó.

Vosotras, severas matronas

¿queréis rejuvenecer?

Vuestras arrugas incomodas

con esto se quitarán.

¿Queréis, doncellas,

tener suave la piel?

¿Queréis, jóvenes galantes

tener siempre amantes?

¡Compradme mi específico

que por poco lo doy!

Mueve al paralítico,

sana al apopléjico,

al asmático, al asfixiado,

al histérico, al diabético,

restablece el tímpano,

robustece al raquítico,

y hasta cura el dolor de hígado

que últimamente está muy de moda.

¡Compradme mi específico

que por poco lo doy!

Lo he traído por correo

desde miles de millas lejanas.

Me diréis: ¿cuánto cuesta?

¿Cuánto vale la botella?

¿Cien escudos?... ¿Treinta?... ¿Veinte?

No... que nadie se desanime.

Para probar mi agradecimiento

por tan cálido recibimiento

os lo dejaré, oh buena gente,

por un escudo os lo doy

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