Aquella joven pizpireta y simpática
que llegó a la vida pública con el aval de su tío, el fiscal
anticorrupción Jiménez Villarejo. Digo aval donde debería decir “e
ti…., de quèn ves sendo?”. A la gente nos gusta saber de
genealogía. Creemos que explica algo, somos bastante gilipollas,
pero la Historia nos tiene mal acostumbrados: los Julio- Claudios,
los Medici, los Borgia, los Bonaparte, los Bush…y eso es porque el
poder tira. No es este el caso, fueron dos personalidades
independientes, casualmente tienen un antepasado común, un tal
Jimeno. No vamos a empezar emponzoñando.
Pero soy un hombre muy impresionable.
Guardo el recuerdo de la foto de las Açores, Aznar en plan Aquiles
o Alejandro investido de majestad vallisoletana, riéndose de su
propia estupidez, firmando una lejana guerra, firmando su paso a la
historia como opositor a genocida, los Aznar son mucho de
oposiciones. Evito comentar el resultado de susodicha oposición.
Quién le mandó meterse?, sabía algo este castellano algo de Gudea
de Lagash o de Hammurabi?. Yo llorè mucho aquellos días fiel a mi
fama de rarito.
Y que pinta Aznar en un post sobre un
destacada dirigente socialista. Para que empiecen los fuegos, sonlle
o mismo can con distintas correas. Y no lo digo sòlo porque en la prensa de hoy destacan
las declaraciones sobre “que el partido, en base a su valìa, no la
debìa dejar ir” dicha por otra pizpireta. Eso sì, de la bancada
de enfrente, cuando no juega al Candy Cruss. Ya saben, hablo de la
Villalobos..
Pero no terminan ahì las similitudes.
Aznar no dudaba de que habìa armas de destrucciòn masiva en el Irak
de Saddan. Trini también sabìa, tenìa constacia de que Gadafi
bombardeaba a su pueblo.
Es indudable que la democracia hoy se
asentò entre esos salvajes. Resulta paradójico que esas gentes
añoren las dictaduras en las que vivìan.
Prefería guardar otro recuerdo de tí,
Trini, pero Machiavelo nos enseñò que sucia es la polìtica que en otros tiempos fue Arte.
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