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viernes, 24 de junio de 2016

Preocupación Electoral




Poco dice a los legos (liberalidad a la que se puede apuntar cualquiera y en cualquier tema, hasta Aquiles tenía su punto flaco...) el nombre de Honorè Daumier. Analizando etimológicamente el nombre podemos deducir que suena a Allons enfants de la Patrie, a Robespierre, a Libertè, Fraternitè, Egalitè....suena a Revolución, cataris necesaria para AIREAR (término no muy académico, suena a ahumar o curar carne, elemento escatológico) nuestras sociedades que tienden al anquilosamiento, pero llega con que tecleen en el buscador, se encontrarán con sus caricaturas satíricas que hablan por si mismas. No hago taumaturgia, ni magia negra, ni poseo el don de la ciencia infusa. Lo leí. Es aprendido.





                                                     Abogado defensor y CLIENTE
                                                        -caras que lo dicen TODO-



Un detalle que conviene que sepan. Honorè, de joven, trabajó como “pasante” de abogados. Sabe de lo que habla, cuando trabaja en las series que inciden en la teatralidad gestual de los letrados, que se aprovechan de la candidez del PAGANO acusado que se ve minúsculo ante los TRIBUNALES DE LEY (lo de menos es si Humana o Divina, en cualquier caso la hemos cagao). Su temática era inédita.... Trató en su obra de la Justicia Social, que de aquellas no vendía..era un verdadero artista, comprometido de verdad con la Revolución.



Otra insignificancia reveladora. Como miembro de la Alta Sociedad recibía invitaciones para la Ópera. Él se las daba a su portero, amante de tal género....no de las convenciones sociales con las que se asocia, obstáculo que yo también tuve que salvar.



Los abogados nunca fueron acompañados de buena fama, cosa que se la suda. Recordemos los Sueños de Quevedo: nos habla de unos ángeles trompeteros (no turiferarios, que molan más) que anuncian el fin del mundo (como siempre hacen en el Juício Final, que como todo juício acojona......pero un poco más, ut supra diximus) y nuestro personaje vuelve la mirada al río Tormes donde todo el humano género trata de lavar sus culpas, pero hay unos personajes que no saben qué cara han de lavar, pues pusieron tantas en su vida...eran los abogados!!!.




Sé que no me estoy granjeando amigos, que me enfrento a querellas, apelaciones, recursos varios, pero me enrollé con Daumier, con el Arte. Yo sólo quería expresar mi preocupación por la invasión que está sufriendo nuestra arena política de letrados y otros jurisconsultos. Mi propuesta se enfrenta a Platón: POETAS (que para él eran gente de poco seso) AL PODER. Jodidos ya estamos, déjennos SOÑAR !!!!!!!!!!!!!!.




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